Promoción XXVII
Cuando decidí prepararme en serio la oposición para la CNP, tenía claro que iba a ir a una academia, llevaba años sin estudiar, y necesitaba otra vez la constancia del día a día. No recuerdo cuando pregunté que me hablaran de otra sino de “Capella”, ahora me hace gracia, pero cuando la busqué por internet no tanto porque no era ese su nombre sino INESPOL. Entendí que les llamaran por el apellido porque toda la familia se dedica en cuerpo y alma a esa academia. Encontré allí todo lo que un opositor puede buscar: preparación y motivación. El hecho de que luego salieran pocas plazas no creo que no desmotivó a nadie, sino más bien al contrario. Había una competencia sana entre todos, motivada por los Capella, que le ponen todo su empeño y tiempo para que consigas tu meta.
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